[Lcefiec] ADU y la eleccion del decano

Afirmacion Democratica Universitaria adu@de.fcen.uba.ar
Wed, 21 Dec 2005 16:27:18 -0300 (ART)


ADU Y LA ELECCION DEL DECANO


El pasado lunes se constituyó el nuevo Consejo Directivo con el único
objeto de elegir al decano y vicedecano de la Facultad, que deberán asumir
en Marzo de 2006. Dicha sesión se llevó a cabo en el Aula Magna del
Pabellón de Industrias y contó con la presencia de numerosos docentes y no
docentes y un reducido número de estudiantes. En la misma los Dres. Jorge
Aliaga y Carolina Vera fueron designados como los futuros decano y
vicedecana de la FCEyN, a través de la confluencia de profesores,
graduados y estudiantes que sostienen la construcción de una facultad y
universidad más útiles para la sociedad en un ámbito de discusión seria y
constructiva.

Asimismo, lamentamos profundamente la actitud de provocación que ejecutó
un grupo minoritario desde la barra que pretendió interrumpir los
discursos de los consejeros electos para que se le cediera la palabra en
forma inmediata a una agrupación afín de graduados y a una persona de
una lista minoritaria del claustro no docente. Tras la negativa del decano
de interrumpir la lista de oradores, insultaron y pretendieron intimidar a
los consejeros, ante la vista de todos los presentes. Por decisión unánime
de los miembros del nuevo CD, se les permitió hablar apenas terminadas las
presentaciones de los consejeros electos, hecho que fue agradecido
públicamente por los oradores.

No han pasado aún dos días de la elección, y ya comienzan los intentos de
obtener por medio de la violencia verbal, la descalificación pública y
mensajes falaces lo que no han podido obtener por los votos.
Esperamos que no continúe esta forma de hacer política,
que han venido llevando a cabo desde hace bastante tiempo
en las sesiones ordinarias del CD, aunque por primera vez ha sido
presenciada por buena parte de la comunidad de la Facultad.

Como quedo claro de las exposiciones existen en la Facultad diferentes
proyectos. Obviamente pensamos que el nuestro, que compartimos
con un gran grupo de graduados y estudiantes es el mejor para la Facultad,
pero estamos abiertos y dispuestos a debatirlo dentro de un clima
constructivo y de convivencia democrática. Esperamos que aquellos que
apoyan proyectos diferentes, hoy minoritarios, no recurran a mecanismos
antidemocráticos y violentos para imponer sus ideas y que el debate
constructivo en la Facultad sea posible.

Asimismo, algunos colegas han pretendido ver en nuestro discurso de
presentación un mensaje peyorativo para con la Biología.
No es así.  Hemos indicado que existen áreas que aún reclaman modernización
en esa importante disciplina, y que existen quienes aún se oponen a esta
actualización. Afortunadamente, corren vientos de cambio y cada vez hay
mas colegas que escapando de la tutela retardataria están haciendo avanzar
la Biología a pesar de los múltiples inconvenientes.

Invitamos a todos a leer nuestro discurso de presentación no solo de
candidatos sino de un proyecto de Facultad posible, progresista y
democrático, para seguir trabajando por una Facultad de calidad en la
docencia, la investigación y la extensión.


AFIRMACION DEMOCRATICA UNIVERSITARIA


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Transcripcion del discurso de presentación del proyecto de ADU


He sido distinguido por mis colegas de la mayoría de los Profesores para
efectuar las propuestas de autoridades de nuestra Facultad. Es por ello
que propongo a los Consejeros el nombre del Prof. Dr. Jorge Aliaga para su
designación como Decano. El Dr. Aliaga es ampliamente conocido en nuestra
casa por su trayectoria académica como Profesor e Investigador, y su labor
de gestión como Consejero y Secretario General. Entiendo, junto con mis
colegas electos, que Jorge Aliaga acredita una muy positiva actividad en
la Facultad, que lo hace merecedor de ocupar el cargo. Por cierto, tenemos
también muy en cuenta sus  condiciones personales para poder conducir la
Facultad y encauzar un diálogo amplio con los miembros de este Cuerpo y,
más en general, con los claustros de la Facultad, a efectos de llevar
adelante una tarea constructiva en beneficio de la misma, todo ello en el
marco de las normas del Estatuto Universitario. Creemos también que Aliaga
acredita una muy buena experiencia y capacidad de diálogo con el resto de
la Universidad, que posibilitará el poder mejorar aun más el rol que tiene
esta Facultad en el desenvolvimiento de la misma.
	Permítanme efectuar unas breves consideraciones personales, que entiendo
han de ser compartidas en su esencia por mis colegas electos por mayoría,
a los efectos de destacar que la presente propuesta se enmarca en un
Proyecto de gestión que compartimos con un amplio conjunto de colegas
Profesores, y que acredita largos años de lo que creemos ha sido una
actitud de compromiso para con la Facultad, que ha contribuido
sustancialmente al reconocimiento que hoy presenta la misma.
	En los años posteriores al readvenimiento de la democracia, durante
1983-1986, la Universidad de Buenos Aires encaró el proceso de
normalización a través de un proceso de amplia movilización de sus
claustros. En nuestra Facultad se fue generando, a través de la
Intervención y los organismos participativos provisorios, un estado
deliberativo y de propuestas que tenían por objetivo poner a nuestra Casa
en los mejores niveles posibles para cumplir con su misión: la de crear,
extender y enseñar conocimiento.
	Con el sistema heredado, era muy visible que no estábamos a la altura de
poder cumplir con esos objetivos. Una sola razón resume lo antedicho: el
claustro de Profesores no estaba, globalmente hablando, a la altura del
vertiginoso avance de las ciencias en el mundo ocurrido en las décadas
anteriores. Ello ocurría prácticamente en todas las disciplinas que aquí
se desarrollan, aunque había personas de buen nivel en determinadas
áreas. El deterioro se daba en todos los campos, con particular retraso
en la actividad académica de la Biología, una disciplina que atraía cada
vez a más estudiantes, no por casualidad, pues se advertía que estaba
suficientemente madura para revalorizar sus problemas y metodología,
producto de su propio desarrollo, aunque también de los grandes avances
que ocurrían en las disciplinas más básicas de la Física y la Química.
	Las carencias en el nivel del cuerpo profesoral se manifestaban en el
envejecimiento relativo y en la falta de estímulo a los jóvenes. Eran
perceptibles los nichos de autoritarismo, producto en parte de las
culturas dominantes en la dictadura militar, aunque, en otro plano, eran
matizadas por estilos personales que, afortunadamente, han sido
esencialmente superados en esta Facultad.
	La aspiración ambiciosa de alcanzar los máximos niveles posibles en la
enseñanza y en la investigación, tomando como referencia la línea
internacional de frontera, tenía el sustento de que considerábamos esa
como la única manera de cumplir con los objetivos específicos
universitarios, en interacción con los reclamos sociales. Estos últimos
no eran concebidos como mero abordaje de tareas de solución inmediata en
el campo productivo, sino con una visión estratégica de qué es lo que
implicaba lo que ahora suele llamarse sociedad del conocimiento.
	La cuestión que nos parecía prioritaria, la de renovar el plantel de
profesores, creando las condiciones para incorporar gente joven, fue a mi
juicio la piedra de toque que nos diferenció de muchos colegas
profesores, más allá de que muchos de ellos pudiesen acordar parcialmente
en nuestros objetivos. Por un lado, se objetaba  críticamente el esfuerzo
que poníamos en repatriar científicos de calidad desde el extranjero. Uno
de los argumentos en contra era que la Facultad debía tener un desarrollo
propio, realista, respetando el esfuerzo de los docentes existentes en la
Planta que no habían emigrado y que habían trabajado aun en las
condiciones desfavorables de la dictadura militar. En realidad la
discusión no comprendía solo a los del extranjero, sino que alcanzaba a
cuestionar el proceso de concursos que se avecinaba, el cual podía poner
efectivamente en peligro la llamada estabilidad en los cargos para
algunas personas. Con nuestra manifiesta oposición, ampliamente
minoritaria, y el aval de un buen número de nuestros colegas que
integraban las dos listas del flamante Consejo Directivo de ese entonces,
el Consejo Superior confirmó numerosos Concursos que habían sido
impugnados oportunamente. Fue un mal comienzo. Si bien muchos colegas
revalidaron posteriormente sus méritos ampliamente, algunos Profesores
beneficiados con esas medidas continuaron con su pobre trayectoria hasta
la fecha.
	Pero, en fin, con esa activa minoría de Profesores y con el notorio apoyo
programático de estudiantes y graduados, nos propusimos la tarea del día
a día y el mediano plazo para cambiar las cosas. No me propongo entrar en
detalles ahora de cómo se desarrolló ese proceso hasta hoy. Creo que los
cambios comenzados en el campo de la Física y de la Química, y también en
la mayoría de las disciplinas de nuestra Facultad, son notables. Ha
habido avances muy significativos en algunas áreas de la Biología, pero
no en todas. Reconocemos ahí una deuda pendiente. Debe darse la
modernización de la docencia y la investigación en aquellas áreas de la
Biología que no fueron tan favorecidas en estos años.
	Repito que todo esto ha ocurrido con el abnegado esfuerzo de nuestros
Profesores activos, en conjunto con el de los claustros que suelen
considerarse más dinámicos, estudiantes y graduados. Los cambios
logrados, porqué no decirlo, tienen que ver también con la comprensión y
adhesión posterior de muchos colegas. Nuestra impresión es que existe, al
menos en el claustro Profesoral, un Proyecto académico progresista, ya
bien consolidado.
	Es conveniente no perder esta mirada para poder visualizar con mayor
claridad que hay tareas pendientes, y que probablemente estemos en
condiciones de dar un nuevo salto de calidad en la vida académica de la
Facultad. Solo mencionaré entonces algunos puntos que me parecen
insoslayables:

1) Nuestra misión es enseñar e investigar al máximo nivel, tomando como
referencia nuestras reales posibilidades y dotación de medios, luchar por
mejorarlos, y proponernos alcanzar el nivel de calidad existente en la
frontera internacional. No se trata de una posición elitista, sino de
estar en condiciones de poder cumplir con nuestra misión acabadamente para
con la sociedad. La actividad de extensión universitaria y de servicios a
la sociedad, en sus diversos alcances, debe ser potenciada
significativamente, en comparación con los avances logrados en los años
pasados.
2) Para lo anterior, es imprescindible cumplir con la periodicidad de los
concursos públicos, en el marco de las normas del Estatuto vigente,
promoviendo la inserción de los jóvenes. La tarea iniciada hace 20 años no
está completa.
3) La cuidadosa selección de los Jurados en los Concursos es un requisito 
crucial para efectivizar lo anterior. Pretendemos Jurados idóneos,
ecuánimes y críticos, del máximo nivel en cada disciplina, que privilegien
la calidad de la producción docente y científica.
4) El Consejo Directivo debe velar por el cumplimiento de los requisitos
académicos enunciados. Su labor debe ser concebida como integradora y a su
vez comprensiva de la realidad de cada disciplina, aunque debe ubicarse
por encima de los Departamentos, considerando críticamente sus propuestas,
sin caer en concesiones a grupos. Esto vale no solo para la selección de
los Jurados en los Concursos, sino para garantizar la buena marcha de los
demás asuntos de su incumbencia.
5) El Proyecto de gestión, que debe contemplar lo anterior, junto con
otros aspectos que hacen al bienestar de los claustros, debería ser un
Proyecto compartido, enriquecido mutuamente. Un Proyecto común, con
miradas diferentes, que pueden contemplar intereses diferentes, según el
rol que cada uno cumple. Pero esos intereses deben subordinarse al buen
Proyecto académico. No solo los Profesores deberíamos estar interesados en
esto. Porque son las generaciones más jóvenes las que deben ser garantes
del mismo, conscientes de que no es el único posible.
De hecho estimamos que en esta Facultad hay otro Proyecto, que no es
progresista, que puede calificarse de mediocre, que no privilegia lo
académicamente más valioso. Que también tiene el apoyo de algunos
profesores, de algunos graduados y de algunos estudiantes, por fortuna
minoritarios.
	Finalizo mi exposición con un énfasis en lo que acabo de decir al final.
Brindemos continuidad al Proyecto iniciado tras la recuperación
democrática. Breguemos por que sea enriquecido por la discusión entre los
claustros, privilegiando las coincidencias. Intentemos crear un clima
apropiado para la misma. De esa manera lograremos una Facultad de
calidad, con la docencia, investigación y extensión que las necesidades
sociales requieren.