<div dir="ltr">Gracias Elsa.<div>Nuestro rol como docentes no es solamente ir a enseñar biología, matemática, etc. Sino que también tenemos un rol muy importante en la transmisión de la importancia de defender los DDHH.</div><div>Un abrazo grande.</div></div><br><div class="gmail_quote"><div dir="ltr">Le sam. 21 oct. 2017 à 14:56, Ana Carolina Ferreyra <<a href="mailto:anacaroferreyra@gmail.com">anacaroferreyra@gmail.com</a>> a écrit :<br></div><blockquote class="gmail_quote" style="margin:0 0 0 .8ex;border-left:1px #ccc solid;padding-left:1ex"><div dir="ltr">Horror y dolor <div>Gracias por compartir bellas palabras que pueden ir velándolos</div><div>Abrazo</div><div>Carolina</div></div><div class="gmail_extra"><br><div class="gmail_quote"></div></div><div class="gmail_extra"><div class="gmail_quote">El 21 de octubre de 2017, 6:16, Elsa Meinardi <span dir="ltr"><<a href="mailto:emeinardi@gmail.com" target="_blank">emeinardi@gmail.com</a>></span> escribió:<br></div></div><div class="gmail_extra"><div class="gmail_quote"><blockquote class="gmail_quote" style="margin:0 0 0 .8ex;border-left:1px #ccc solid;padding-left:1ex"><div dir="ltr"><b><font size="2"><span style="color:rgb(53,28,117)">Ya sabemos dónde está Santiago<br></span></font></b><div><b><font size="2"><span style="color:rgb(53,28,117)">Pero no nos alcanza</span></font></b></div><div><b><font size="2"><span style="color:rgb(53,28,117)"></span></font></b></div><b><font size="2"><span style="color:rgb(53,28,117)">Porque lo queríamos vivo</span></font></b><div><div class="m_-4480376767852757063m_-1519897929434922720gmail_signature"><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><div dir="ltr"><div><br></div><div><div class="m_-4480376767852757063m_-1519897929434922720gmail-article-text"><p><span><span></span>En este momento en el que su muerte me trae otras 30 mil, comparto lo que escribió Jorge Elbaum.<br></span></p><p>Nosotros queríamos que vean sus
murales, sus dibujos hechos con palitos en la tierra pedregosa de
Chubut, que se tomen el tiempo para ver cómo hacía pacientemente sus
tatuajes sobre la piel desnuda. Queríamos que sepan que él estaba
emparentado con las causas chiquitas de pueblos dolidos y estábamos
desesperados por hacer visible aquello que no se ve en los monitores ni
en las letras borrosas de varios periódicos. Eso que sólo puede
apreciarse en la luz que se dibuja en los charcos de agua, alguna
mañana: que el pibe no andaba por ahí para salir en la foto.</p>
<p>Muchos buscábamos palabras debajo de todas las cosas, en los
rincones, en la memoria de otras décadas, para poder poner en evidencia
que Santiago andaba con sujetos vulnerables, cuyas inmensas y
peligrosas posesiones eran sus identidades, sus palabras, sus enojos y
sus tierritas reivindicadas. Llegó un momento en que nos empezamos a
desesperar por transmitir la obviedad de una historia que hace de
policías, gendarmes y prefectos los grupos de tareas adiestrados
nuevamente contra los humildes. Ahí fue que nos obstinamos en
ejemplificar analógicamente que no es posible culpabilizar por la
violación a una mujer por la simple utilización de una falda cortita:
que acompañar a los que exigen, a los que demandan, a los que se
expresan, no podía originar la pena de muerte. </p>
<p>Nosotros queríamos que mirasen sus rastas pero sin dejar de
mirar sus ojos. Que hubiesen tenido el coraje de enfrentarse a su
proyecto vital colmado de noches inmensas, veranos de mar, fueguitos
cordilleranos y sonrisas cómplices. Que lograsen sentir la compasión
orientada a la pureza del tipo que se solidariza con los más
necesitados, que pudiesen conmoverse con un pibe que no se desespera por
entrar a empujones en los palacios lustrosos, donde se mercantilizan
voluntades, para congregar razones ordenaditas de odio y dinero.
Nosotros queríamos que advirtiesen lo evidente, lo que hay oculto hoy
entre brumas catódicas y los discursos cínicos, apurados por la marcha
de uniformes blindados, con augurio de violencias. Por eso nos
desesperábamos para que supiesen identificar a quiénes están allá, del
otro lado del río: los aceros del extractivismo, los terratenientes
devotos de empresarios/gobernantes, los inversores que compran tierras
con artificios financieros garantizadas por manejos neoliberales y
pagaderos por la sociedad toda.</p>
<p>Nosotros estábamos ilusionados con transmitir la evidencia
de que Santiago acompañaba a quienes descienden de las víctimas de las
“Campañas al desierto”. Que fue a abrazarse con los nietos de los
fusilados de la Patagonia trágica. Que escoltaba a los mapuches porque
desconfiaba de las lógicas miserables y crueles instaladas en nombre de
las sacrosantas verdades del mercado. Nosotros estábamos ilusionados con
la posibilidad de identificar, de señalar, a los pretorianos
perseguidores de toda ternura, armados una y otra vez –hasta los
dientes– en nombre de sus brutales razones de meticulosa eficiencia.
Nosotros queríamos transmitir –como un virus protector– su esperanza en
la fraternidad, su indignación, su sensibilidad ante el crujir de los
otros, su rechazo a todas las formas encargadas de triturar ilusiones. </p>
<p>Queríamos que sea él quien nos haga el tatuaje de una
estrella en cada ojo para poder mirarnos con un poco más de ternura y
esperanza. Pero, lo que más queríamos, lo que más esperábamos, era que
estuviese vivo.</p>
</div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>
</div><div id="m_-4480376767852757063m_-1519897929434922720DAB4FAD8-2DD7-40BB-A1B8-4E2AA1F9FDF2"><br> <table style="border-top:1px solid #d3d4de">
<tbody><tr>
<td style="width:55px;padding-top:18px"><a href="https://www.avast.com/sig-email?utm_medium=email&utm_source=link&utm_campaign=sig-email&utm_content=webmail" target="_blank"><img src="https://ipmcdn.avast.com/images/icons/icon-envelope-tick-round-orange-animated-no-repeat-v1.gif" alt="" width="46" height="29" style="width:46px;height:29px"></a></td>
<td style="width:470px;padding-top:17px;color:#41424e;font-size:13px;font-family:Arial,Helvetica,sans-serif;line-height:18px">Libre de virus. <a href="https://www.avast.com/sig-email?utm_medium=email&utm_source=link&utm_campaign=sig-email&utm_content=webmail" style="color:#4453ea" target="_blank">www.avast.com</a> </td>
</tr>
</tbody></table>
<a href="#m_-4480376767852757063_m_-1519897929434922720_DAB4FAD8-2DD7-40BB-A1B8-4E2AA1F9FDF2" width="1" height="1"></a></div>
<br></blockquote></div></div><div class="gmail_extra"><div class="gmail_quote"><blockquote class="gmail_quote" style="margin:0 0 0 .8ex;border-left:1px #ccc solid;padding-left:1ex">_______________________________________________<br>
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