[Lcefiec] duelo

Ana Carolina Ferreyra anacaroferreyra en gmail.com
Sab Oct 21 14:56:20 ART 2017


Horror y dolor
Gracias por compartir bellas palabras que pueden ir velándolos
Abrazo
Carolina

El 21 de octubre de 2017, 6:16, Elsa Meinardi <emeinardi en gmail.com>
escribió:

>
> *Ya sabemos dónde está Santiago*
> *Pero no nos alcanza*
> *Porque lo queríamos vivo*
>
> En este momento en el que su muerte me trae otras 30 mil, comparto lo que
> escribió Jorge Elbaum.
>
> Nosotros queríamos que vean sus murales, sus dibujos hechos con palitos en
> la tierra pedregosa de Chubut, que se tomen el tiempo para ver cómo hacía
> pacientemente sus tatuajes sobre la piel desnuda. Queríamos que sepan que
> él estaba emparentado con las causas chiquitas de pueblos dolidos y
> estábamos desesperados por hacer visible aquello que no se ve en los
> monitores ni en las letras borrosas de varios periódicos. Eso que sólo
> puede apreciarse en la luz que se dibuja en los charcos de agua, alguna
> mañana: que el pibe no andaba por ahí para salir en la foto.
>
> Muchos buscábamos palabras debajo de todas las cosas, en los rincones, en
> la memoria de otras décadas, para poder poner en evidencia que Santiago
> andaba con sujetos vulnerables, cuyas inmensas y peligrosas posesiones eran
> sus identidades, sus palabras, sus enojos y sus tierritas reivindicadas.
> Llegó un momento en que nos empezamos a desesperar por transmitir la
> obviedad de una historia que hace de policías, gendarmes y prefectos los
> grupos de tareas adiestrados nuevamente contra los humildes. Ahí fue que
> nos obstinamos en ejemplificar analógicamente que no es posible
> culpabilizar por la violación a una mujer por la simple utilización de una
> falda cortita: que acompañar a los que exigen, a los que demandan, a los
> que se expresan, no podía originar la pena de muerte.
>
> Nosotros queríamos que mirasen sus rastas pero sin dejar de mirar sus
> ojos. Que hubiesen tenido el coraje de enfrentarse a su proyecto vital
> colmado de noches inmensas, veranos de mar, fueguitos cordilleranos y
> sonrisas cómplices. Que lograsen sentir la compasión orientada a la pureza
> del tipo que se solidariza con los más necesitados, que pudiesen conmoverse
> con un pibe que no se desespera por entrar a empujones en los palacios
> lustrosos, donde se mercantilizan voluntades, para congregar razones
> ordenaditas de odio y dinero. Nosotros queríamos que advirtiesen lo
> evidente, lo que hay oculto hoy entre brumas catódicas y los discursos
> cínicos, apurados por la marcha de uniformes blindados, con augurio de
> violencias. Por eso nos desesperábamos para que supiesen identificar a
> quiénes están allá, del otro lado del río: los aceros del extractivismo,
> los terratenientes devotos de empresarios/gobernantes, los inversores que
> compran tierras con artificios financieros garantizadas por manejos
> neoliberales y pagaderos por la sociedad toda.
>
> Nosotros estábamos ilusionados con transmitir la evidencia de que Santiago
> acompañaba a quienes descienden de las víctimas de las “Campañas al
> desierto”. Que fue a abrazarse con los nietos de los fusilados de la
> Patagonia trágica. Que escoltaba a los mapuches porque desconfiaba de las
> lógicas miserables y crueles instaladas en nombre de las sacrosantas
> verdades del mercado. Nosotros estábamos ilusionados con la posibilidad de
> identificar, de señalar, a los pretorianos perseguidores de toda ternura,
> armados una y otra vez –hasta los dientes– en nombre de sus brutales
> razones de meticulosa eficiencia. Nosotros queríamos transmitir –como un
> virus protector– su esperanza en la fraternidad, su indignación, su
> sensibilidad ante el crujir de los otros, su rechazo a todas las formas
> encargadas de triturar ilusiones.
>
> Queríamos que sea él quien nos haga el tatuaje de una estrella en cada ojo
> para poder mirarnos con un poco más de ternura y esperanza. Pero, lo que
> más queríamos, lo que más esperábamos, era que estuviese vivo.
>
>
> <https://www.avast.com/sig-email?utm_medium=email&utm_source=link&utm_campaign=sig-email&utm_content=webmail> Libre
> de virus. www.avast.com
> <https://www.avast.com/sig-email?utm_medium=email&utm_source=link&utm_campaign=sig-email&utm_content=webmail>
> <#m_-1519897929434922720_DAB4FAD8-2DD7-40BB-A1B8-4E2AA1F9FDF2>
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