[Lcefiec] A 10 años de los Asesinatos de Darío y Maxi...

[Bandera Negra - Tendencia Estudiantil Libertaria]

LA IMPUNIDAD Y LA REPRESIÓN CONTINÚAN!

Lunes 25, a las 20hs: Festival y vigilia en la Estación Darío y Maxi
(ex Avellaneda).

Martes 26, a las 11hs: Acto y corte en el Puente Pueyrredón.

Video compilado por Bandera Negra sobre los asesinatos ocurridos en el
puente pueyrredon el 26 de junio de 2002. Hoy a 10 años los recordamos
más que nunca.

http://www.youtube.com/watch?v=jzqbjx6FYBc

Este 26 de junio se cumplen 10 años del asesinato de Darío Santillán y
Maximiliano Kosteki. Durante ese preciso momento de aquel junio del
2002, no sólo se enmarcaba el ocaso del gobierno de Duhalde, sino
también el momento de retroceso de las organizaciones populares, y el
comienzo de la restauración de la gobernabilidad de la burguesía.

El Estado sabía que la cara más represiva y sangrienta, no podía ser
la única que mostraran. Esa situación no iba a aguantar mucho más,
necesitaban alguien que calmara las aguas. A eso vinieron los Kirchner
en 2003. Vinieron a reestablecer una institucionalidad fuertemente
cuestionada por amplios sectores de la sociedad, con una clase
trabajadora pasando hambre, con un desempleo de los más grandes de la
historia, y un descreimiento de las instituciones burguesas. A partir
de concesiones y la apropiación de varias de nuestras banderas
históricas, el kirchnerismo se dió una política de división y
cooptación de los movimientos populares, para desarticular esa unidad
y combatividad que existía en 2001-2002. A partir del boom
internacional de los precios de la soja principalmente, una fuerte
política de subsidios al consumo y, sobre todo, una altísima
precarización laboral, pudo generar un consenso de varios sectores de
la sociedad, al reducir el desempleo por un lado,  aumentar
considerablemente las ganancias empresariales por otro y pagar
religiosamente los vencimientos de la deuda externa. Estas políticas,
requirieron y siguen requiriendo un fuerte gasto público, apoyado
hasta el momento fundamentalmente en los ingresos por retenciones a
las exportaciones e impuestos como el IVA y Ganancias.

Sin embargo, en los últimos tiempos, empezamos a notar que todos los
días nuestra situación empeora un poquitito más. En el supermercado la
plata cada vez alcanza menos, los aumentos en las paritarias son
insuficientes, e incluso de a poco varias empresas empiezan con
despidos y/o suspensiones. En materia educativa, los techos se nos
siguen cayendo, hay pibes intoxicados por escapes de gas, las becas y
las viandas no alcanzan para todos, las facultades siguen tapando los
agujeros de presupuesto con financiamiento propio.

Es que los problemas a nivel mundial, comienzan a sentirse con más
fuerza en nuestro país, a pesar de que nos habían tratado de convencer
de que no iba a ser así. La guita que le entra al Estado no es la
misma que antes, por lo que se le hace imposible sostener las
políticas igual a como venían. Y como no podría ser de otra manera
para un gobierno burgués, ese ajuste que hay que hacer a las cuentas
estatales, debe recaer sobre los trabajadores. El margen de ganancia
de nuestros patrones no debe ni puede ser tocado, eso jamás. A partir
de ahí, es que empieza a surgir una resistencia mayor desde abajo a
estas medidas. Ante esto, la respuesta del gobierno en esta situación
sólo puede ser endurecer la represión a los sectores que luchan,
amparándose en el 54% que sacaron en las pasadas elecciones. Ahí es
donde caen compañeros como Mariano Ferreyra asesinado por la
burocracia sindical ferroviaria, o Christian Ferreyra, campesino del
MOCASE, o los compas del FPDS en Rosario a principios de año.

Si bien pasaron 10 años, la historia de represión y muerte se vuelve a
repetir, y como de costumbre, los muertos los pone el pueblo. La
impunidad se vuelve a repetir cuando hablamos de que el mismo ex
comisario Fanchiotti, y el ex cabo primero Gabriel Acosta - autores
materiales de los asesinatos de Darío y Maxi-, acaban de ser
beneficiados en el traslado a cárceles de régimen abierto. A una
década de la Masacre, premian a los responsables, y gozan de la
impunidad del poder político y policial.

Mientras tanto, los de arriba amasan fortunas a costa nuestra,
destruyen nuestra educación, nos contratan precarizados y nos quieren
meter miedo para que no los enfretemos. Ante esto, la única salida que
nos queda a los estudiantes y trabajadores es organizarnos desde las
bases y salir a dar pelea, como hicieron Darío y Maxi en el 2002. Esa
es la mejor manera que tenemos para recordar a los compañeros. Hagamos
que sus muertes no hayan sido en vano. Hagamos futuro.

¡MAXI KOSTEKI Y DARIO SANTILLÁN PRESENTES!

¡AHORA Y SIEMPRE!

¡FANCHIOTTI, ACOSTA, DUHALDE, SOLÁ, Y ANIBAL FERNANDEZ, TAMBIÉN SON
RESPONSABLES!


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