[Lcefiec] Marketing y sexismo

Lista Violeta AGD- Exactas unidosxagd at de.fcen.uba.ar
Thu Jun 7 14:42:47 ART 2012


Otra vez, la ciencia al servicio de lo comercial
 esta vez en los medios!!!
 La tapa del último número de la revista 23 no es muy diferente de muchas
otras tapas de revistas. Una estrategia marketinera para vender más, que
apela al chauvinismo de la remera argentina y a mujeres exuberantes.
Sencillo y directo: culos y tetas para vender más. El debate planteado no
podría ser más superficial, banal y sexista: ¿los argentinos prefieren
los culos o las tetas?
Hasta aquí, nada diferente al mundo en el que vivimos hoy: una sociedad
patriarcal en el que el cuerpo de la mujer es tomado muchas veces como una
mercancía, como un mero objeto, destinado simplemente a aumentar las
ventas y a complacer los apetitos del "macho argento". Un discurso que,
lejos de presentarnos una inocente mirada sobre el deseo, tiene
consecuencias materiales de lo más drásticas: redes de trata de mujeres;
una generalizada violencia doméstica que se cobra la muerte de una mujer
cada 30 horas(*); abortos que por realizarse clandestinamente se llevan la
vida de miles y hacen de esta la primer causa de mortalidad en la
Argentina.
Pero mientras muchas mujeres y organizaciones peleamos contra el machismo,
la discriminación y el sexismo para dejar atrás conductas que deberían ya
pertenecer al pasado bárbaro de la humanidad, otros trabajan en la
dirección opuesta. El “debate” de la revista 23 es presentado como
“fundamentado científicamente” por un grupo de investigadores
 de la
FCEyN-UBA!!!!!
Estos investigadores no sólo se prestaron a formar parte de semejante
debate público, destinado a reproducir un discurso machista  y retrógrado,
sino que fueron ellos los que desarrollaron e impulsaron la investigación
que responde a la tan mentada pregunta ¿Que le gusta más al macho
argentino, las tetas o los culos? Y lo hicieron en un laboratorio de la
FCEyN

La nota, “adornada” con la foto de una fila de mujeres (¿o culos?)
mostrando sólo sus colas, además de contener comentarios misóginos,
pretende rellenar con un aire científico una “discusión” que representa un
icono del sexismo.
Un ejemplo de ciencia aplicada y útil (¡¡¡hay que devolverle a la
sociedad!!!)
 La nota de la revista 23 incluye una suerte de burla. Cuando se le
pregunta al investigador en qué puede contribuir su estudio, este
responde: “Nos dimos la discusión sobre si era medio misógino, machista,
pero no le escapo a esa discusión, prefiero que esté’. Para concluir
rápidamente que:
 “Puede quedar como una broma pero una conclusión podría ser que las minas
están gastando mal la guita. Esta es una especie de simplificación
irónica del asunto, porque no es igual de fácil operarse las tetas que el
culo.”
 Los campeones de la excelencia académica y el paperianismo nos enseñan
cómo devolverle el fruto de nuestras investigaciones a la sociedad que
nos financia: ¡¡¡ahora las “minas” saben que conviene más invertir en una
cirugía estética de culo que de tetas!!! Un gran avance para el
conocimiento
 ¡¡¡acerca de cómo el cientificismo mercantilizante aporta a
la descomposición de la cultura!!!
  La devolución de esta “investigación” a la sociedad: Debates científicos
nazis
                 Lo sorprendente de este “estudio” realizado por un
profesor de la FCEN, quien lo explica con lenguaje
grosero en un reportaje que le hace la revista 23 (que
evidentemente busca aumentar las ventas), es que de
acuerdo a la cientometría paperianista, pertenece a la
llamada ciencia de alto nivel. En efecto, según la
revista 23 el trabajo “acaba de ser publicado en la 
prestigiosa revista científica Archivos del
Comportamiento Sexual, de la Academia Internacional de
Investigación en Sexo”. Esta prestigiosa revista –del
monopolio Springer- en el mismo número incluye otro
artículo muy elocuente cuyo título, traducido al español
sería “Spitzer reevalúa su estudio del 2003 acerca de la
terapia reparativa de la homosexualidad”. En ese artículo
Robert Spitzer explica que las conclusiones que difundió
sobre su terapia reparativa de la homosexualidad no
tenían el rigor científico necesario, reconoce que con su
método “no había forma de determinar que las cuentas de
cambio [de sexualidad] por parte de los participantes
[del experimento] fueran válidas”, al mismo tiempo que
pide disculpas a cualquier persona gay “que haya perdido
tiempo y energías en alguna forma de terapia reparativa
porque creyeron que yo había probado que la terapia
reparativa funciona en individuos `altamente motivados´.
Es decir, que no se replantea ni un ápice su ideología
que le asigna el mote de enfermedad a la homosexualidad y
propone curarla, no piensa en ceder en sus métodos nazis
que violentan a las personas homosexuales, sino que
simplemente se arrepiente de haber difundido que todas
esas atrocidades estaban justificadas científicamente.
Quizás hoy siga tratando de obtener “justificaciones” que
sean aceptadas por “la ciencia”.
 El mismo camino acrítico eligieron los “científicos” de la FCEN que
despertaron el interés de la revista 23. No están dispuestos a desplegar
el debate sobre la sociedad patriarcal y machista en la que vivimos. Más
bien, se esfuerzan en tomar un pequeño elemento del discurso machista –la
pregunta cosificante sobre si las mujeres tienen como destino ser culos o
tetas- para instalarlo, reforzarlo, darle un marco que lo solidifique y
una respuesta debidamente amparada por la “ciencia”.
                El sexismo, la homofobia y quién sabe que otros tópicos
barbáricos, parecen encajar perfectamente en este tipo
investigaciones. Más aún, refuerzan estas ideologías
retrógradas. Es que este academicismo acrítico, está
completamente cegado ante su propia enajenación, y no
puede darse cuenta del peligroso contenido de las
preguntas que formula y los “problemas” que pretende
dirimir, como por ejemplo, si la homosexualidad se puede
“reparar” o de si conviene más “operarse el culo o las
tetas” (ver más abajo). Es probable que el referee del
artículo de Sigman haya sido el mismo Spitzer. O alguien
de similar ideología, que más da

 La ciencia que precisa nuestra sociedad no es la ciencia acrítica sino la
que debate sus objetivos.
Repudiamos la utilización de la ciencia, la investigación, y el nombre de
la UBA y la FCEN, para alimentar supuestos debates con fines marketineros,
que tienden a afianzar los mandatos patriarcales, y una cultura sexista y
misógina. Repudiamos la mercantilización de la ciencia en general.
Consideramos que este tipo de conductas alimentan las prácticas e
ideologías más retrógradas que hay en nuestra sociedad y alentamos a toda
la comunidad a reflexionar sobre la gravedad de estos sucesos.

*http://www.clarin.com/policiales/crimenes/Argentina-matan-mujer-violencia-genero_0_599340084.html

Lista Violeta -AGD FCEyN
El Transformador/docentes y graduados FCEyN




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