[Lcefiec] [FCEyN] Pasadas las elecciones, reflexiones y aclaraciones

[Jorge Aliaga]

A la comunidad de la Facultad

Las elecciones de los representantes del claustro de graduados y
estudiantes en el Consejo Directivo han terminado Me parece importante
entonces hacer algunas reflexiones y aclaraciones.

Antes que nada quiero expresar mi satisfacción porque las elecciones se
realizaron pacifica y ordenadamente. A pesar de más de 20 años de
democracia, no tenemos que perder la capacidad de reconocer y festejar la
realización de estos procesos electorales, ejemplo de la etapa de libertad
en la que afortunadamente vivimos.

Hace dos años, el equipo del decanato asumió con un programa armado en
conjunto con tres agrupaciones: SINERGIA, SUMATORIA y ADU. Fue debatido
públicamente y anunciado antes de las elecciones de 2005. También se
sumaron ideas que surgieron con posterioridad, y en especial aquellas
provenientes de nuestras visitas a los departamentos. A través del trabajo
realizado, hemos venido cumpliendo con aquello propuesto.

En algunos mensajes se mencionó que yo había “amenazado” con renunciar al
cargo si la mayoría del Consejo Directivo que me designó dejaba de
existir. Quiero aclarar que eso fue lo que le comuniqué oportunamente a
los secretarios y directores de departamento. No era una amenaza sino lo
que consideraba correcto.

La democracia es el gobierno de las mayorías, que gobiernan respetando a
las minorías. En el caso del gobierno universitario, la política de la
Facultad la fija el Consejo Directivo y la ejecuta el Decano, autoridad
que oportunamente el mismo Consejo designa. Por eso, de manera similar al
funcionamiento de las democracias parlamentarias europeas, cuando se
producen modificaciones sustanciales en la composición política del CD, y
se constituye una nueva mayoría, lo correcto es que esta tenga la
oportunidad de designar nuevas autoridades que las representen y que estén
dispuestas a apoyar, por la positiva, y no sólo agrupándose para oponerse.
Un decano no puede ni debe ejecutar políticas que no comparte: es un
funcionario político, no administrativo.

Asumí con entusiasmo y energía la tarea de decano porque creí que podía
contribuir a construir una facultad mejor, y tuve y tengo la plena
voluntad de seguir haciéndolo. Por eso, si llegaba el momento en que,
siguiendo mis convicciones, presentaba mi renuncia, hubiera vuelto a ser
candidato con el mismo programa con el que lo hice hace dos años. Esa
nueva composición del CD hubiera tenido que tomar la decisión sobre la
continuidad de esta gestión o el comienzo de otra.

Es de público conocimiento que varias agrupaciones opositoras de
estudiantes y graduados me han atacado sistemáticamente desde el mismo día
en que fui elegido. Estos ataques se basaron en denuncias falsas que
afectan a esta gestión, a mí personalmente, y a muchas personas de bien
que han dado y dan lo mejor de sí para esta Facultad. No tengo nada en
común con quienes hacen política de este modo, con una total falta de
ética, de honestidad y de respeto. Me resulta muy difícil imaginar que
podamos llegar a consensos con esos grupos con esta metodología. No es
autoritarismo ni falta de voluntad. Para mí, en política no “vale todo”.
Por el contrario, creo en el valor de las palabras. La política de
destruir todo, porque de eso “algo bueno va a salir”, no es para mí. Tengo
la suficiente edad como para valorar el sistema democrático, aun con sus
limitaciones e imperfecciones.

Mucho se ha dicho sobre la falta de voluntad de buscar consensos. La
realidad, que puede constatarse con solo ver las actas de las sesiones del
CD, es que el 90% de los expedientes se aprueban por unanimidad. No quiero
entrar ahora a listar y analizar los pocos temas que suelen generar
posiciones opuestas. Pero es importante destacar que en el CD siempre la
mayoría tiene voluntad de debatir y buscar consensos en la medida que sea
posible. Creo que sería coherente que, si desde la oposición se busca
realmente el consenso como se dijo reiteradamente, se cambien las
conductas, y por ejemplo se deje de lado la política de ir al CD con los
proyectos sobre la hora y con barra para presionar. Sería mas productivo,
y sobre todo menos violento para todos, que se genere un ámbito de
discusión previo a la sesión en el caso de que por cuestiones
excepcionales no se pueda dar en su lugar natural, las comisiones.

Para finalizar, quiero renovar aquí mi convicción de que la construcción
de un proyecto de Facultad se sustenta en el trabajo interclaustros de
estudiantes, graduados, profesores y no docentes. Lamento que esta noción
haya sido tan vapuleada recientemente, siendo el pilar fundamental del
cogobierno de una Universidad como la nuestra. Por lo tanto, llamo a la
comunidad a involucrarse directamente, participar, y conocer en detalle
cada tema que se pone en debate.

Hemos venido trabajando para todos y nuestro compromiso es seguir
haciéndolo.

Atentamente,

Jorge Aliaga
Decano
FCEN - UBA






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