[Lcefiec] El dilema entre la estabilidad laboral y la renovaci ón docente

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Fri, 10 Nov 2006 14:24:29 -0300


Universidad|Viernes, 10 de Noviembre de 2006

El dilema entre la estabilidad laboral y la renovación docente
Por Javier Lorca


Debate en la UBA sobre la tensión entre los derechos básicos de los
trabajadores y los modos de apuntar a la excelencia académica.

¿La calidad académica está por encima de los derechos individuales? Desde su
peculiaridad institucional, la universidad pública pone en entredicho
concepciones afianzadas en otros espacios sociales. A la constante tensión
entre autonomía universitaria y necesidades nacionales, hoy se añade una
discusión hace tiempo latente, replanteada por los gremios docentes: ¿qué
valor debe predominar, la estabilidad laboral de los docentes en tanto que
trabajadores o su selección y recambio por concursos académicos para elegir
(¿cómo?) a los mejores? La tradición y la normativa vigentes en la UBA, que
sostienen la segunda opción, son puestas en cuestión por varios conflictivos
casos recientes que, como resultado, dejaron a docentes sin trabajo.

El tema es complejo y tiene muchas aristas. Reducido casi a un slogan,
podría citarse como una disputa entre miradas academicistas y miradas
gremialistas. La discusión más intensa se está desarrollando en la Facultad
de Ciencias Exactas e involucra a docentes auxiliares, aunque excede el
claustro: un caso extremadamente sensible afecta a un profesor de la
Facultad de Psicología (ver aparte).

En la universidad pública los profesores deben ser seleccionados por
concursos abiertos y periódicos. A diferencia de otras facultades de la UBA
­donde el sistema de ingreso a la docencia es más difuso­, Exactas también
concursa los cargos de docentes auxiliares. El régimen es distinto al de los
profesores: mientras éstos ­por estatuto de la UBA­ concursan cada siete
años y tienen una chance de renovación al término del primer período, los
auxiliares concursan ­por disposición de la facultad­ cada tres años sin
prioridad para renovar, es decir, siempre compiten con los aspirantes al
cargo.

Lo que acaba de ocurrir en Exactas es que, según denunció el gremio AGD,
nueve docentes auxiliares con dedicaciones exclusivas perdieron los cargos,
varios de ellos con 20 años de antigüedad, cerca de la edad jubilatoria y,
por eso, con dificultades para reinsertarse en el ámbito académico y
científico. ³Ninguno de estos docentes quedó fuera del orden de mérito en
sus concursos. Incluso fueron felicitados por su nivel académico. Pero un
docente auxiliar puede llevar años trabajando correctamente y un buen día,
por una centésima de punto en un concurso, puede ser desplazado y quedarse
en la calle. Con lo cual, además, el país se da el lujo de despilfarrar
recursos humanos altamente capacitados², dijo Fabio Kalesnik, docente y
dirigente gremial. ³Los docentes no contamos con derechos laborales básicos
que se deberían respetar, como la estabilidad laboral y el derecho a una
indemnización.²

Ante el reclamo sindical de continuidad de los docentes, el decano Jorge
Aliaga advirtió que ³de darse curso a esta demanda, se generaría, según como
ésta se implemente, un aumento indiscriminado e incontrolable del plantel
docente auxiliar... o bien el taponamiento de los cargos existentes
impidiendo de plano el ingreso de gente nueva y cerrando toda posibilidad a
los jóvenes². En ese contexto, convocó a la comunidad de la facultad a
reflexionar y discutir la situación.

Consultado por Página/12, el investigador Alberto Kornblihtt, miembro de la
agrupación mayoritaria de profesores, sostuvo que ³los concursos abiertos y
periódicos son importantísimos para garantizar la calidad de los profesores
y los docentes... En muy pocos casos se da que un docente pierde su cargo en
un concurso. En ese caso, el problema es en qué lugar del orden de méritos
quedó. Si queda décimo entre doce y hay seis cargos, evidentemente esa
persona no acumuló el saber suficiente para continuar. Plantear la
estabilidad más allá de las capacidades académicas es contradictorio con las
características que debe tener la universidad... Es cierto que hacen falta
más presupuesto y más cargos docentes, pero para nombrar al que tiene más
méritos². Tras destacar que la facultad no hace más que respetar la
normativa vigente, Kornblihtt coincidió con que ³en términos laborales, la
figura de la indemnización sería pertinente².

Con otro enfoque, Néstor Correa, secretario general de AGD, cuestionó ³un
concepto perverso de excelencia académica, desprendido de todo valor
histórico y social², asociado a muchos parámetros usados para evaluar a los
docentes (ejemplo típico: cantidad de papers presentados en congresos o
publicados en revistas con referato). ³Reivindicamos la carrera docente con
ingreso por concurso y evaluación permanente. Pero defendemos un concepto de
excelencia que sea resultado de una producción académica valorada desde el
interés colectivo y en una universidad que trabaja en relación con las
necesidades sociales. Rechazamos la idea de excelencia como resultado de un
camino individual, competitivo con los colegas, basado en criterios
burocráticos y mercantilizados.²


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