[Lcefiec] CIENCIA y CIENTIFICISMO (2da parte)

¿Ciencia para Quién? cpq@de.fcen.uba.ar
Fri, 7 Jul 2006 11:43:47 -0300 (ART)


Estoy de acuerdo con vos y con todos los tantos que dijeron que la
valoracion actual de los concursos es una porqueria y que el
cientificismo excesivo tambien lo es y puede dejar maravillosos
docentes que generarian mejores docentes y mejores investigadores para el
futuro afuera de la facultad. Pero de todos modos el problema no es ta en
no tener tenures ni en concursar cada 7 años, sino en la
valoracion de los concursos.

Saludos,
Pablo Ariel Heiber" <pabloheiber@gmail.com>


yo jamas mencione la palabra tenure. de lo que me quejo es de la
inestabilidad
laboral. si uno pierde su cargo en un concurso solo es indemnizado si el
cargo
era de prof regular, eso esta mal. y si uno es prof regular no recibe la
indemnizacion que establecen las leyes laborales (un sueldo por cada anio
trabajado) sino que te dan 10 sueldos y gracias aunque, como yo, tengas 30
anios de antiguedad. eso esta mal. y el hecho de que cada tanto tengas que
concursar si produce angustia. no me paso cuando era ayudante de segunda,
no me
paso cuando fui ay de primera pero con el correr de los anios uno se va
llenando de responsabilidades (en mi caso ser el unico sosten de la
familia) y
llega un momento que la perspectiva de quedarte sin laburo asusta. y
asusta mas
cuando la cosa no depende de que tan bien hayas hecho tu trabajo sino del
criterio de tres desconocidos.
te cuento algunas cosas de los concursos: si no salis primero en tu
concurso de
renovacion, entonces el CD decide si te dan el cargo a vos o al que salio
primero. no es cierto que si figuras en el orden de mertitos tenes
asegurado el
cargo, eso dependera de cuantos conocidos tengas en el consejo. te cuento
como
es un concurso: vinen 3 jurados de afuera, uno de cordoba, uno de bahia
blanca
y uno de rosario. no te conocen para nada y lo unico que saben de vos es
lo que
leyeron en tu CV mientras venian en el avion para aca. a la maniana te
toman la
prueba de oposicion que consiste en una exposicion de algun tema durante
20 minutos, ahi demostras lo buen docente que sos. despues te hacen
algunas preguntas por otros 10 minutos y que pase el sig candidato.
despues se van a deliberar y antes de  que termine el dia ya esta listo el
orden de meritos. ni
siquiera paran para comer, el director del depto de concursos les trae
unos sandwichitos y deciden tu futuro mientras almuerzan.
nunca renove mi cargo pero se como es un concurso de renovacion porque fui
veedora en uno. fue exactamente igual con el agregado de que siendo
veedora estuve presente durante la deliberacion y vi con horror como el
jurado fue instruido: "no le den mucha bola a las encuestas docentes
porque son anonimas y
los alumnos pueden poner cualquier cosa".
Susana Puddu



Pablo: Sería interesante avanzar sobre lo expuesto por Susana Puddu, en
torno a que no es cierto que: "quien desempeñe mal su trabajo docente
quedara relegado". De hecho en los concursos poco o nada se tiene en
cuenta esto, creo que este punto es esencial para entender por donde cala
el cientificismo en la facultad a la hora de los concursos docentes y que
éste no es más que el mero reflejo de una concepción liberal de la
ciencia, en donde se ponen los intereses de una elite por sobre los de la
comunidad en general o el pueblo. Esgrimiendo argumentos como "si es buen
investigador ergo es buen docente" agreguemosle, "en su area". Esta frase
podría extenderse ad-infinitum y cualquiera que desarrolle su profesión
con eficiencia debería entonces ser capaz de practicar la docencia sin
dificultad alguna ¿o ésta frase solo es aplicable a una casta superior?.
¿Qué estaran diciendo de quienes estamos formados en la docencia?, ¿Qué
estaran diciendo de quienes forman parte de los centros de formación
docente o de los docentes universitarios que se han dedicado a investigar
sobre didáctica? o simplemente de los que estan preocupados por que sus
alumnos aprendan y consideran tan válida la docencia como la
investigación. Creo que habría que preguntarselos y veriamos a más de un
dinosaurio suelto corriendo por la facultad. Y encerrando en esto, la
concepción de que enseñar es una profesión de segunda categoría y que
puede desarrollarse sin dificultad si se posee el conocimiento que hay que
impartir, es decir derivan de la posesión del conocimiento la posesión de
la capacidad para transmitirlo, ergo los diccionarios enciclopedicos
serían excelentes ejemplos de lo contrario.
Sin embargo esta concepción encierra algo aún peor y es que para estos,
los alumnos son meros cajones vacios en los cuales hay que depositar el
conocimiento y ya. Esto se relaciona con la selección de los alumnos
"brillantes", en una relación discipulo-maestro con el
docente-investigador. La busqueda de los alumnos brillantes y relevantes a
extraer de la masa de estudiantes, encierra la perversión de creer que
solo algunos son los "elegidos" por poseer características, me atrevería a
decir ¿innatas? (yo no creo en esto) para la investigación científica,
cuando en la mayoría de los casos solo son alumnos que acuerdan
explicitamente y de manera activa en la reproducción de la política
cientificista y que empujados por un alma-mater adquieren la categoría de
"brillantes" y es lógico que quien posea los recursos humanos y técnicos
estará en mejores condiciones de alcanzar el exito, mientras el resto
penara por los pasillos en busca de una beca o un cargo docente, una
política digna de Malthus ¿o será mejor decir de los Grondona?.
Y el cientificismo, luego de habernos repetido que solo un buen
investigador es buen docente, muestra que la evaluación de la actuacion en
el aula en nada aporta a la hora de los concursos, considera solo digno de
ser evaluado el peso en Kg de publicaciones con referato, ergo me dedico a
escribir papers sobre cualquier cosa que pueda ser considerada de
importancia para alguna de estas "publicaciones". Por lo tanto cierra el
circulo de la retroalimentación y la autoprofecia.Razonan "...como
(cientificista) considero que los investigadores son buenos docentes,
entonces no necesito evaluar su tarea docente para concursar su cargo,
sino su actuación como investigador, para renovar su cargo docente." una
pirueta lógica poco sustentable. Si hay tanta seguridad en su capacidad
docente, ¿Por qué entonces no evaluarla?. Y fijate que quienes sostiene la
postura del buen investigador, son quienes subestiman o desestiman las
encuestas de evaluación docente hechas por los alumnos, es decir que se
vuelve en práctica endogámica y autocontenida, quienes estan interesados
en mantener esta posición ademas son quienes dictan las reglas, excluyen a
los alumnos y se autodenominan democráticos.
Y estaremos de acuerdo que algunos practican el poder como lobos con piel
de oveja.
Saludos
Sebastian
195/96

PD: Por último una frase que escribio Jose Martí sobre el cientificismo:
“…La ciencia en las cosas de los pueblos no es ahitar el cañón de la pluma
de digestos extraños y remedios de otras necesidades y países, sino
estudiar a pecho de hombre, los elementos ásperos o lisos, del país, y
acomodar al fin humano, del bienestar en el decoro los elementos
peculiares de la patria...”


Susana, no me queda claro que aletrnativa propones al
sistema "salvaje" de los concursos de renovacion. Como
dato, me gustaria contar el sistema que se usa en la
Universidad donde yo trabajo, del otro lado de los
andes. Una comision de la Universidad te evalua cada 2
años (2, no 7!). Si publicaste bien y ejerciste la
docencia (en cantidad y calidad) bien, todo en orden.
Si lo hiciste "mas o menos" (otra vez, medido en
cuanto y donde publicaste, cuantas horas de clase
diste y como te fue con las encuestas docentes), te
hacen una advertencia (lo llaman "tarjeta amarilla" y
significa que si tenes otra advertencia la vez
siguiente, te echan). Si no hiciste nada, "roja
directa". Eso es mejor?  Propongamoslo en Buenos
Aires, a ver que reacciones provoca...
Un saludo cordial,

Guillermo Durán