[Lcefiec] Pagina 12, dedicacion exclusiva

Entre Todos entretodos@bg.fcen.uba.ar
Wed, 10 Aug 2005 18:34:45 -0300


Estimados Docentes,

Les enviamos un articulo que se publicó en página 12 para discutir el
tema relacionado a la dedicación exclusiva y la necesidad de trabajo
ante la emergencia salarial de los docentes universitarios.

Lista de Graduados Entre Todos

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http://www.pagina12web.com.ar/diario/universidad/10-53853-2005-07-19.html

DEBATE ENTRE DOCENTES E INVESTIGADORES DE LA UBA

La exclusividad que ya no es.
La comunidad académica discute sobre la vigencia de las dedicaciones
full time en un contexto de salarios empobrecidos.

Por Javier Lorca

Entre las consecuencias que el ahogo presupuestario hace sufrir a la
universidad pública desde hace años, quizá las más profundas sean las
que se instalan como prácticas habituales, naturalizadas. Una de las
tantas fue justamente puesta en cuestión en los últimos días, a partir
del debate entre profesores e investigadores de la UBA sobre un caso
ocurrido en la Facultad de Ciencias Exactas. Los docentes con dedicación
exclusiva, ¿pueden realizar otro trabajo? Normativamente, es obvio que
no: una exclusiva implica 40 horas de trabajo semanal y la
incompatibilidad con otros empleos. Pero las cosas no son tan sencillas.
La pauperización de los salarios del sistema educativo y científico ha
empujado a muchos profesores a sumar otros ingresos para poder sostener
el nivel de vida: desde dar clases en otras universidades hasta ofrecer
servicios, asesorías y más.

La dedicación exclusiva a la docencia y la investigación fue el pilar
sobre el que se construyó, desde fines de los ’50, la mejor historia de
la universidad pública argentina. La carencia de financiamiento, sin
embargo, llevó a que su peso fuera cada vez más leve en el sistema
educativo superior. De acuerdo con las estadísticas oficiales, la planta
docente en universidades nacionales incluye 130.747 cargos. Sólo 15.160
son cargos de dedicación exclusiva, apenas el 11,6 por ciento. En las
universidades más grandes, la cantidad de profesores full time es aún
menor, ya que el crecimiento de la matrícula estudiantil tiende a ser
atendido con más personal de dedicación parcial o, directamente, ad
honorem.

En la UBA, la discusión sobre la vigencia de las exclusivas y sus
incompatibilidades se abrió la semana pasada, cuando el consejo
directivo de Exactas comenzó a analizar la situación de dos docentes con
dedicaciones completas que, según se comprobó, tienen otros trabajos.
“Hay muchos matices para discutir. Por ejemplo: ¿es inconstitucional la
dedicación exclusiva? ¿No limita el derecho al trabajo?”, preguntó, en
diálogo con este diario Néstor Correa, titular de AGD, el gremio docente
que defendió a los implicados. “Nosotros estamos a favor de las
exclusivas con salarios que permitan una dedicación completa a las
tareas académicas. Pero, en la situación económica actual, creo que hay
que exigirle al docente que cumpla con sus ocho horas diarias de
docencia e investigación, y que después haga lo que pueda –agregó–.
Históricamente, la exclusiva surgió cuando la universidad era más chica
y se sostenía con profesores que, además de su trabajo, daban clases.
Entonces, para desarrollar una universidad más fuerte, investigadora,
tenía lógica fomentar el trabajo exclusivo en la universidad.” Para el
dirigente gremial, hoy es necesario rediscutir el régimen.

El debate continuó en los foros virtuales donde intercambian noticias y
opiniones los miembros de la comunidad académica y científica. Para
muchos docentes, más allá de que los sueldos sean evidentemente pobres e
injustos, se deben sostener las condiciones implícitas en la dedicación
exclusiva, entre otras razones porque vulnerar la incompatibilidad de
cargos sería un fraude perjudicial para las instituciones, la calidad
educativa y para quienes podrían ocupar el cargo con real exclusividad.
“La gente que privilegia el vivir sin dificultades económicas
generalmente aspira a cargos de dedicación parcial o semiexclusiva, que
les permiten trabajar en otras cosas. Los que adherimos a la dedicación
exclusiva es sabido que sacrificamos a la familia y muchas aspiraciones
de objetos tangibles... Una cosa es el derecho a mayores sueldos, que
debemos defender y pelear, y otra es el tomarse justicia económica por
mano propia y decidir que las reglas que rigen a otros no corren para
uno... O aceptamos las leyes o no. Si no las aceptamos, entonces es la
ley del más fuerte, en todo sentido”, sostuvo un profesor de Exactas.
Otras voces plantearon una posición diversa. Un docente de Sociales
recordó que el régimen vigente de incompatibilidades se deriva de la
misma ley (la 29.046, de 1998) que fijaba una recomposición de los
salarios docentes: si el Estado no cumplió con su parte del pacto, ¿por
qué se enfatiza la necesidad de que cumplan los docentes con la suya?
Una profesora de Humanidades distinguió entre quienes se dedican a
profesiones liberales, para los que sería más fácil dejar de lado una
exclusiva, y quienes se especializan en temas de inserción
mayoritariamente académica, para los que no hay muchas más opciones que
la docencia. Otra profesora, desde Medicina, defendió “la igualdad de
derechos para todos los docentes” y resaltó que, con criterios poco
claros, muchos profesores de la UBA son autorizados a realizar tareas en
principio incompatibles. “Los argumentos a favor y en contra son muchos
y habría que discutirlos, así como habría que discutir otros temas, como
la existencia de docentes ad honorem o los sueldos que no llegan a la
canasta familiar... Pero mientras se demora la discusión y se esperan
asambleas universitarias que las autoridades nunca convocan, no deben
sancionar a docentes que intentan ser tratados con los mismos derechos
que otros.”